Cuando tienes a alguien que amas en el cielo,
tienes un pedacito de cielo en tu alma para siempre.
Querida mamá, ven y escápate un ratito del cielo
para dejarme sentir tus besos y abrazos, escápate
para poder escuchar tus risas, tus consejos, uno
de esos que siempre me consolaban o me hacían
aterrizar los pies en la tierra. Escápate para
ayudarme a ser fuerte, tan fuerte como tú lo eras.
Ahora, solo quiero volar hacia donde tú estás y que
me consueles en tus brazos que ahora son un par
de hermosas alas.