No la invitan a festivales como Coachella, Glastonbury o Lollapalooza, solo la agendan en festivales gay pedorros que nadie conoce. Su próxima agenda es un festival desconocido en un estacionamiento.
No tiene capacidad de agendar una gira de conciertos.
No tiene streaming en las plataformas más importantes como spotify, apple o youtube. Las nuevas generaciones de ningún mercado les interesa su música.
Sus red social instagram está muerta, no tiene ni 10 millones de seguidores.
Le toca buscar otras fuentes de ingresos con productos ramdon como son lubricantes para vaginas secas.
Su disquera solo la pone hacer duetos con artistas de segunda como son: Tini, Nodal, Nathy peluso.
No es artista principales para cantar en eventos globales como Superbowl, Mundiales u otras copas o eventos importantes. Solo le dan papeles secundarios como ir a gritar el himno.
Es una artista que se popularizó por ser la sombra de otra artista de su generación, su mayor humillación fue cuando se presentó con ella y fue ignorada.
Su última canción con resultados decentes a nivel comercial no era de su repertorio, participó como corista y fue hace más de 10 años, su último disco con repercusión fue hace más de 18 años.
El público general ya la nombra como DLIST, su última campaña de helados callejeros es una prueba más que es una artista olvidada e irrelevante para el mercado.