Esta es la casa donde el asesino en serie Michael Madison torturó y mató a sus víctimas. Lo más curioso es que, sus actos fueron inspirados por otro asesino en serie: Anthony Sowell «El estrangulador de Cleveland» dueño anterior de esta propiedad, donde encontraron en total, los cadáveres de once mujeres.
La casa siguió abandonada después de resolver el caso, pero los vecinos declaraban asustados que en medio de la noche salían gritos del lugar y que al llamar a la policía no se encontraba ninguna escena del crimen dentro.
Actualmente ya fue demolida. Pero hay testimonios de los vecinos que dicen que en las noches siguen oyéndose lamentos.
La casa se encontraba en la esquina de las avenidas Hayden and Shaw, en Cleveland.
Según la creencia popular la casa estuvo en constante construcción durante 38 años, hasta que Sarah Winchester falleció, lo cual no es cierto como lo demuestra Mary Jo Ignoffo, biógrafa de la propietaria. [6]
Las leyendas populares, que comenzaron ya durante su vida, sostenían que la propietaria estaba convencida de que estaba maldita, y que la única forma de alivio era construir su hogar en California. Según fuentes, en una ocasión visitó a una médium en Boston, quien le dijo que la casa estaba maldita por todos aquellos que murieron por las armas Winchester fabricadas por su marido. Asimismo, le dijo que, para que los espíritus la dejaran en paz, debía construir una casa sin jamás terminarla, así los espíritus podrían hallar una morada donde vivir. Se dice que había pasillos secretos desde los que Sarah Winchester vigilaba las interminables obras de la casa.[7][8]
Cuando la señora Winchester falleció, todas sus posesiones, excepto la casa, fueron legadas a su sobrina y secretaria personal. Ella tomó todo lo que le interesó y el resto lo subastó. Los tasadores consideraron que la gran casa no tenía valor debido a los daños causados por el terremoto, el diseño sin terminar y su naturaleza poco práctica. Fue vendida en subasta pública a un inversionista local por más de 135.000 dólares y luego se arrendó por diez años al matrimonio formado por John y Mayme Brown, que finalmente la compraron. En febrero de 1923, cinco meses después de la muerte de Winchester, la casa se abrió al público y Mayme Brown fue su primera guía turística.
BOLESKINE HOUSE
Esta casa señorial, a orillas del lago Ness, en Escocia, es uno de los espacios más demandados para los amantes de lo paranormal. Al parecer, la edificación se levantó sobre una iglesia que fue quemada con sus feligreses en el interior. Fascinado por la historia, el popular mago negro Aliester Crowley vivió allí durante tres años, llevando a cabo sus rituales. Ahora, las malas lenguas aseguran que año tras año se reúnen en la Boleskine House las fuerzas del mal para invocar extraños rituales.
Mansión McPike, Illinois, EE.UU. Conocida como una de las más embrujadas en EE.UU.
no se sabe la historia pero vecinos han visto a una mujer que cuelga del cuello, escuchan risas de niños, y han visto pequeñas luces.