Epilepsia en Niños o Epilepsia Infantil
Lupita03 Hoy a las 9:11
La epilepsia en niños es un trastorno cerebral o enfermedad del sistema nervioso que ataca el cerebro. Los niños que padecen esta enfermedad logran superar sus crisis convulsivas cuando llegan a la etapa de la juventud si son tratados correctamente.
Aproximadamente más de un 35 % de los casos conocidos de epilepsia logran detectarse en jóvenes menores a los 15 años de edad, y en la mayoría de los casos la epilepsia infantil evoluciona satisfactoriamente y responde al tratamiento. Sin embargo, es fundamental que los padres ayuden a su hijo en este proceso.
¿Qué es la Epilepsia?
La epilepsia es una enfermedad mejor conocida como una dolencia crónica del sistema nervioso, inducida por la actividad eléctrica y química del cerebro. Las sacudidas pueden suceder debido a dislocaciones del cerebro, incluyendo golpes en la cabeza, infecciones e incluso hasta el envenenamiento.
Otra de las razones, por lo general, se debe a inconvenientes cerebrovasculares antes del nacimiento. Una persona es epiléptica cuando sufre varias explosiones epilépticas espontáneas.
Causas de la Epilepsia Infantil
En el 50% de los niños con epilepsia afectados por esta terrible enfermedad no se conoce la causa exacta. En determinados casos de epilepsia se ha confirmado que está relacionada con antecedentes en la familia.
Estas crisis epilépticas en niños y jóvenes se producen en cualquier momento y en cualquier persona. Generalmente en los niños pequeños. También muchas veces en la mujer durante el embarazo, e inclusive mucho después del parto.
Los síntomas de epilepsia en bebés recién nacidos son recurrentes en los últimos tiempos, entre el tercer y octavo mes de vida. Esta epilepsia infantil benigna se distingue por la aparición de repetidas convulsiones febriles en niños sanos.
La mayoría de los niños con esta enfermedad logran llevar una vida sana y normal.
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Tipos de Epilepsia Infantil
Entre los tipos de epilepsia en niños, tenemos:
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La Crisis de ausencia: el niño se queda observando despistadamente, queda totalmente ausente.
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La segunda se denomina Convulsión Generalizada, que es la pérdida violenta de la conciencia, descenso al suelo y agitación de todo el cuerpo.
¿Qué factores pueden desencadenar la epilepsia infantil?
Mayormente, las convulsiones a las que se enfrentan los niños se inician de forma natural, frente a un escenario donde no pareciera que nada pudiera haber propiciado el ataque de epilepsia. Los desencadenantes generalmente son problemas del acrecentamiento intelectual durante el embarazo.
Otros factores que intervienen pueden ser la ausencia de ventilación durante o después del parto, corriendo el riesgo de sufrir lesiones craneoencefálicas, tumores cerebrales, encefalitis o meningitis o una convulsión febril muy prolongada. También, como hemos dicho más arriba, por los antecedentes familiares que sufren de epilepsias.
Se llama convulsión focal cuando la liberación eléctrica se genera solo en una parte del cerebro. Se denomina convulsión generalizada si ésta perjudica a todo el cerebro a la vez. No todos los casos de epilepsia pueden ocasionar pérdida de conocimiento.
No necesariamente todos los episodios de tu hijo se les pueden considerar críticos, o con signos y síntomas de epilepsia.
Las convulsiones febriles no son consideradas como epilepsia. Por consiguiente, un niño manifestara epilepsia cuando sufre dos o más crisis convulsivas.
De igual forma, también se considerará cuando el niño concurre en vómitos o sudoración desmesurada seguido de desplazamiento físicos poco comunes en él, cuando presente pérdida del conocimiento durante tiempos prolongados o si el niño tiene contracciones musculares agresivas con frecuencia.
Diagnóstico y tratamiento de la epilepsia en niños
Además de un expediente clínico y de la revisión física y neurológica, se efectúan ciertos estudios complementarios como análisis de sangre, electroencefalograma (EEG) y pruebas de imagen como el TAC y la resonancia magnética craneal, los cuales permiten detectar lesiones en el cerebro de manera focalizada.
Y la gran pregunta, ¿se puede curar?
Los medicamentos para la epilepsia detienen las crisis, pero no la curan. Si esos medicamentos son ingeridos con periodicidad, la situación se puede dominar y controlar. No todos los fármacos son aceptables para todos los que tienen esta enfermedad.
Muchos de los medicamentos funcionan para restaurar el equilibrio químico de las neuronas, y si son suministrados correctamente pueden controlar las crisis. Ningún tratamiento de la epilepsia es milagroso, depende del tipo de ataque, o del diagnóstico y tratamiento que el médico indique.
Existen medicamentos que pudieran ocasionar efectos secundarios, y entre los más habituales está la fatiga. Se puede observar al niño un poco más pausado, que presente adulteración en el comportamiento, y posiblemente pueda sufrir malestares estomacales los primeros días o semanas de iniciar el tratamiento.
Si te percatas de algo extraño es recomendable acudir inmediatamente al pediatra y es aconsejable evitar posibles desencadenantes que puedan provocar una crisis, tales como: traumatismos craneoencefálicos, fiebre prolongada o estrés intenso.